Hay quien asegura que el cultivo de la manzana es tan antiguo como la humanidad, siendo el manzano el árbol más cultivado a nivel mundial, contando con más de mil variedades de este fruto.
Se cree que ya existian en la prehistoria, como demuestran los restos arqueológicos que se han encontrado en excavaciones neolíticas. Y, aunque se desconoce su origen exacto, se atribuye a romanos y árabes su introducción en la península ibérica.
La manzana ha sido un fruto simbólico a lo largo de la historia, se cita en la Biblia como "el fruto prohibido" que provocó la explulsión de ser humano del paraíso y también en la mitologia griega, como la "manzana de la discordia" que Paris entregó a la diosa Venus y provocó la enemistad entre Atenea y Hero.
A la manzana se le atribuyen propiedades: antioxidantes, diuréticas, depurativas, antiinflamatorias del aparato digestivo, anticatarrales, anticolesterol, sedante, antidiarréica y laxante, entre otras... Siendo especialmente indicado su consumo en dietas: de riesgo cardiovascular, enfermedades degenerativas , cáncer, hipertensión arterial, de control de peso, diabetes, etc...
Así pues, quién soy yo para contradecir el viejo refrán inglés: "An apple a day keeps the doctor away"? (Una manzana al día mantiene al médico lejos de ti), o lo que es lo mismo, te da salud.
Así que, después de muchas pruebas, y más pruebas, hemos dado con lo que en casa llamamos "Tarta de manzana al estilo alemán", no muy dulce, como es habitual, jugosa, sabrosa y con toque mágico, porqué cuando menos te lo esperas... desaparece!!!
- 35g. Pasas maceradas
- 15g. Licor de manzana
- 59g. Manzana cortada a dados (1 1/2 manzana)
- 1 Cucharada colmada de miel
- 71g. Azúcar
- 89g. Huevo
- 118g. Harina floja
- 1g. Impulsor
- Ralladura de limón
- Manzana suficiente cortada a gajos para la decoración
- Azúcar
- Gelatina de manzana o brillo de tartas
Antes de empezar, poner a macerar las pasas en el licor. Yo lo hago con licor de manzana porque le confiere un punto ácido que encuentro genial, pero va a gustos, como todo. Se puede hacer con brandi o cualquier otro licor, o incluso con agua o zumo. La cuestión es hidratar la fruta para que en boca sea más agradable y jugosa. Con veinte minutos habrá suficiente.
Mientras tanto, pelar una manzana y cortar a dados o trozos regulares. Introducir en un cazo junto a una cucharada de miel y cocer hasta que la manzana quede tierna. Reservar.
Por otra parte, elaborar el bizcocho pomando la mantequilla con el azúcar hasta conseguir una crema blanquecina totalmente homogénea, sin parar de batir, añadir el huevo con una pizca de sal, poco a poco.
Tamizar la harina junto al impulsor e incorporar suavemente. Añadir las pasas, la ralladura de limón, el licor y la media manzana cortada a brunoise. Batir todo junto durante 1 minuto.
Pintar los moldes con mantequilla derretida y enharinar para hacer más fácil su desmoldado tras la cocción.
Escudillar la base del molde con la masa abizcochada. Disponer la manzana cocida con miel bien extendida dejando 1cm. antes de llegar al borde y tapar con el resto de la masa abizcochada.
Decorar con gajos de manzana formando una rosa. Espolvorear con un poco de azúcar para que adquiera ese colorcito tostado tan agradable y apetecible.
Hornear a 190ºC durante 30-40 minutos o hasta que la masa quede cocida.
Dejar enfriar y aplicar gelatina de manzana o brillo de tartas con un pincel para evitar la oxigenación de la fruta y dar mayor durabilidad a la elaboración.
Ahora sólo toca disfrutar y no esperar demasiado... no sea cosa que con tanta mágia no nos dé tiempo a probarla!!!
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